En la entrevista a Harper’s Bazaar, Sharon Stone aprovechó de relatar los más complejos episodios de su vida, como el aneurisma que sufrió en 2001 y una posterior hemorragia cerebral que la llevó a estar internada nueve días. Cuando salió del hospital estaba tartamuda, cojeaba y era incapaz de leer.
Más tarde, su matrimonio con el periodista Phil Bronstein se terminó, lo que dio paso a una de las penas más grandes que ha vivido: perder la custodia de su hijo adoptivo, Roan, de solo ocho años.
Sharon comenzó a utilizar materiales de relleno para su cara después de sufrir el derrame cerebral, y los prefiere a la cirugía plástica.
"Es tan común ahora que la gente utilice rellenos, es casi como un tratamiento de belleza", dijo a la revista.
"Es como si tuvieras el rimel y maquillaje. Y es una alternativa mucho mejor que tener la cara cortada a pedazos y que terminas pareciéndote como aspirada en un túnel de viento".
Recordando su horror después de haber sido hospitalizada en 2001, Sharon dijo: "Cuando volví en mí, el médico se inclinaba sobre mí y le dije, '¿Estoy muriendo?', y él dijo: 'Estás sangrado en tu cerebro'".
Ella continuó: "Le dije: 'Debo llamar a mi mamá'", y él dijo: "Tienes razón, podrías perder la capacidad de hablar pronto".