En declaraciones que publicará la edición de agosto de la revista Vogue, de las que ofreció un avance, Winona Ryder habla por primera vez de su condena por el robo que realizó en el 2002 en unos conocidos almacenes en Beverly Hills (Los Ángeles). Ryder, de 35 años, declara que no se sintió culpable "porque no hice daño a nadie" y agrega que si le hubiera "hecho daño físico a alguien, hubiera sido una experiencia totalmente diferente".
También señala que los meses previos al incidente fueron muy agitados en su vida personal. "Un par de meses antes me rompí el brazo en dos partes distintas y el médico, una especie de curandero, me dio un montón de cosas que al principio tomaba para superar el dolor. Y luego pasé por un período en el que no sabía si tenía dolor, pero ingería las cosas". En este sentido, considera una bendición el hecho de que la detuvieran, "de una forma muy rara", porque las pastillas la dejaron en un estado de "confusión" y "no podía más con ellas".
También señala que los meses previos al incidente fueron muy agitados en su vida personal. "Un par de meses antes me rompí el brazo en dos partes distintas y el médico, una especie de curandero, me dio un montón de cosas que al principio tomaba para superar el dolor. Y luego pasé por un período en el que no sabía si tenía dolor, pero ingería las cosas". En este sentido, considera una bendición el hecho de que la detuvieran, "de una forma muy rara", porque las pastillas la dejaron en un estado de "confusión" y "no podía más con ellas".
Así que ya sabemos, nuestra Winona no es una cleptómana, sólo estaba confundida con los medicamentos que consumía... ¿La creemos?
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